Trashumante
Los sujetos participantes de las interrelaciones entre humanos y con el entorno
ambiental, constituimos grupos
identitarios desde las particularidades que nos
caracterizan. En esta dialéctica relacional y posicional, ha sido conceptualizado lo cultural como el ámbito que configura el sentido de la existencia del sujeto colectivo. Así, lo cultural queda atrapado por las propias
condiciones que lo hacen visible, dificultando el proceso de construcción de conocimiento. Criticamos la asociación vinculante que se hace entre la cultura de un grupo
con los rasgos de permanencia, estableciéndose como condición ontológica y legitimación política
la pertenencia a un
espacio territorial determinado. Enfrentado por la realidad social al desafío
de la ampliación de la categoría
de cultura, postulamos que lo cultural
se configura principalmente en situaciones contextuales definidas desde el movimiento relacional, evidenciado en grupos que viven en el desplazamiento por entornos espaciales diversos y que establecen interacciones con grupos
distintos, como los pueblos
trashumantes, los migrantes, los sin techo, la gente de calle.
Desde las ciencias surgió
la cultura como categoría explicativa para dar cuenta
de un ámbito reconocible en el comportamiento de los humanos,
resultante de las relaciones
con otros humanos y con el entorno
ambiental. Si existimos en movimiento, tanto espacialmente cuando
nos desplazamos territorialmente o virtualmente, (viajes,
exilios, traslados, rutas, navegaciones en redes) como en la continuidad de nuestra existencia (reproducción, transmisión, difusión, comunicación), nosotros
nos estamos moviendo, estamos
siendo.
Situados en diversas circunstancias y contextos, los grupos humanos
existimos en y por
las relaciones, y nuestras contrapartes y otredades tienen
sus propias dinámicas configuradoras, incorporadas también como factores
de influencia y construcción. Lo demás
y los demás se mueven,
se desplazan y cambian incesantemente, lo otro y los
otros se están moviendo, están siendo.
La cultura como categoría también se mueve,
desde las ciencias
a la política, de la política a las comunicaciones, de las comunicaciones a los sentires,
es casi como un
objeto que aún cuando se desplaza no es transferible. ¿Cómo explicamos la diversidad en contextos similares?; ¿Cómo damos cuenta
de la similitud en condiciones tan diversas?.
Construir una categoría
dialéctica de la cultura, implica
focalizarnos en las experiencias
de los grupos humanos en los cuales el movimiento los constituye, ya sea como desplazamientos estacionales y configuraciones territoriales sin límites definidos ni definitivos; ya sea como navegadores de un espacio
cambiante o trashumantes domesticadores de espacios urbanos
; ya sea en la experiencia colectiva de la expulsión
social y/o política. Desde ellos,
podemos construir conocimiento para dar un sentido
dinámico, relacional, cambiante, a la categoría de cultura, sin que se disuelva en este
esfuerzo.
Estas síntesis fotográficas evidencian una particular mundo-visión artístico
antropológica en torno
a las dinámicas, espacios y tiempos de la identidad
cultural. Estamos frente a una ampliación de la categoría
de cultura y al compromiso de construir maneras colectivas de comprender y de producir
las vidas.
Todo aquí sugiere
viajes y traslados; desplazamiento permanente de sujetos que son
los inevitables protagonistas de lo que se ha 1do transformando en un dispositivo de sentido social, en un configurador de la cultura:
la necesario inclusión
de los invisibles al sistema.
La experiencia incorporada como una posibilidad siempre abierta, donde los límites son acuosos y ampliables, por el desplazamiento planificado que hace de la vida
errante una práctica-imaginario cultural en una continua
lucha contra las propias
fronteras. Se trata de una memoria social construida desde el movimiento, desde el estar siendo de las personas, el ambiente y las cosas.
Roberto Morales Urra
Lic. Antropología; Mg. Integración América Latina-sociología
Dr. Antropología Social, Diplomado Participación Ciudadana y Gestión
Ambiental.
Instituto Estudios Antropológicos-Universidad Austral
de Chile